Cuando el Día de la Madre debe ser una fecha para celebrar y estar al lado de esa mujer que dio la vida por sus hijos, en Oregon, Estados Unidos, se vivió un macabro y sangriento día.
Joshua Lee Webb, 36 años, decapitó a su mamá, Tina Marie Webb, de 59 años, en una casa rural. Ese brutal asesinato conmocionó a todo el pueblo, porque el joven se paseó con la cabeza de la víctima en una de sus manos y con un cuchillo en la otra.
En medio de esa locura, entró a un almacén e intentó matar al empleado. Afortunadamente los compañeros lograron evitar otra tragedia y lo redujeron sobre el suelo. La Policía llegó minutos después y lo encontraron “en un estado catatónico, sin hablar con nadie”.
El padre del asesino no pudo encontrar respuesta a semejante hecho macabro. Con un dolor profundo aseguró que “nunca se percató de un problema”. Joshua vivía con ellos porque tenía problemas de la vista y necesitaba estar al cuidado de sus padres.