El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado con doce balazos en su vivienda de Puerto Príncipe, la ciudad capital. El juez Carl Henry Destin dijo al diario Le Nouvelliste que los orificios fueron realizados con armas de gran calibre y de nueve milímetros.
Además, el juez de paz encargado del informe forense reveló que encontraron el cuerpo “acostado boca arriba, con pantalón azul, camisa blanca manchada de sangre y boca abierta, ojo izquierdo perforado. Vimos un agujero de bala en la frente, uno en cada pezón, tres en la cadera y otro en el abdomen".
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Y agregó que también "el escritorio y la habitación de Moise fueron saqueados". Los hijos del presidente se encontraban en la misma estancia al momento del hecho, pero no sufrieron lesiones.
La hija consiguió esconderse en la habitación de su hermano antes que comenzaran los disparos. La mujer de Moise continúa hospitalizada en Miami, Estados Unidos, tras las heridas que padeció.
Qué pasa con los asesinos
La Policía haitiana anunció que cuatro supuestos asesinos fueron abatidos durante un tiroteo, y otros detenidos en un operativo llevado a cabo cerca de la residencia de Moise.
Además, indicaron que los miembros del comando que atacó al jefe de Estado eran extranjeros de habla inglesa y española, pero aún no se han confirmado sus nacionalidades ni identidades.