El centro de Italia volvió a sacudirse este domingo después del doble sismo del miércoles pasado. Esta vez se trató del terremoto más fuerte desde el año 1980 en el país europeo.
El temblor, de 6,5 grados en la escala de Richter, despertó a los italianos a las 7.40 de la mañana (3.40 de la Argentina). El epicentro tuvo lugar entre Norcia, Preci y Castelsantangelo, pero se sintió en todo el centro del país, incluyendo Roma, la capital.
El primer ministro, Matteo Renzi, expresó satisfacción porque "pese a la gravedad, al momento no hay ninguna pérdida de vidas humanas". Además, prometió la reconstrucción de las zonas arrasadas. "Reconstruiremos todo, casas, iglesias y comercios. Se trata de territorios maravillosos", señaló.
El sismo provocó graves daños en decenas de localidades, donde se repitieron las escenas de pánico. Por ejemplo, se derrumbó la Basílica de San Benito de Norcia, lugar donde la gente salió a las calles, al igual que en Ancona, Macerata y el pequeño poblado de Preci.
"Fue un temblor importante y relevante, al momento no hay víctimas fatales, pero hay decenas de heridos, al menos uno grave", dijo el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio.
Las zonas golpeadas están sin energía y muchas rutas se encuentran bloqueadas por los derrumbes o por los daños en el asfalto. "Muévanse sólo si es necesario, hay grandes problemas de viabilidad", agregó Curcio.
El Papa Francisco envió un mensaje durante el Angelus en la Plaza San Pedro. "Expreso mi cercanía a las poblaciones de Italia central golpeadas por el terremoto. También esta mañana hubo un fuerte temblor", dijo el Santo Padre.