En estos tiempos de globalización, inmediatez comunicacional y uso intensivo de las redes sociales, pareciera tener más valor registrar un accidente que poner manos a lo obra para evitarlo. En Kuwait, estas situaciones llegan a condenarse: la dueña de casa, que usó su celular para filmar a su empleada corriendo peligro de vida, recibió veinte años de prisión.
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La Justicia del país de Medio Oriente encontró culpable a la jefa de hogar por omitir el deber de auxilio. Mientras la mujer a cargo de las tareas domésticas estaba colgada de las ventanas de un séptimo piso a punto de desplomarse al vacío, su patrona usó la cámara del móvil para filmar la situación.
El hecho se dio en el complejo de departamentos de Sabah Al Salem, gobernación de Mubarak el Grande. Según la acusada, las imágenes servirían para demostrar su inocencia en el hipotético juicio de ser culpada por el incidente. Mirá la caída que ocurrió en el 2017.
“Dios, estás loca, ¡vuelve aquí!”, se escucha a la empleadora decir en el video. Aunque, la damnificada de nacionalidad etíope, le reclama ayuda y le pide que la tome de los brazos, la mujer siguió grabando. Tomó con su teléfono hasta que la trabajadora, con fuerzas pérdidas, se desplomó hasta un techo de uralita.
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Milagrosamente y después de volar por varios metros, la víctima del accidente salvó su vida, teniendo que lamentar la quebradura de uno de sus brazos. Desde el hospital, la etíope contraatacó al asegurar que estaba intentado escapar de su patrona y de un eventual intento de asesinato.