En la imagen se ve a la hermana Mariana, con el hábito gris sucio, herida, en el piso, al lado de una persona sin vida y con un celular en la mano.
Esta es una de las tantas postales dolorosas que dejó el terremoto de más de seis grados que hizo temblar al centro de Italia y destrozó los pueblos de Norcia, Accumoli y Amatrice.
La protagonista de la foto, Sor Mariana, vive en el convento Don Minozzi y dormía como todas las noches cuando pasadas las 3.30 de la madrugada todo comenzó a temblar. Apenas se dio cuenta de lo que sucedía, se levantó, se vistió y se metió debajo de la cama para protegerse.
Una mano ajena fue la que la sacó de ese pequeño infierno.
"Me ha salvado un niño, un héroe que arriesgó su vida por la mía. Hizo un acto heroico y por eso el Señor lo recompensará". Así contó la religiosa de 32 años, nacida en Albania, quien además aseguró que otros religiosos fueron puestos a salvo por los equipos de rescate.
En total y hasta ahora, 247 son las personas que perdieron la vida por el sismo.