La reunión entre los dos hombres más poderosos del mundo era la más esperada en la Cumbre del G-20 que se realiza en China. De un lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Del otro, el primer mandatario ruso, Vladimir Putin.
El principal motivo del encuentro, que duró 90 minutos, era el intento de paz en Siria. Se buscaba llegar a un plan de cooperación militar entre ambos países contra los grupos extremistas que operan en ese desvastado país, en especial el Estado Islámico (ISIS).
Sin embargo, los líderes no se pusieron de acuerdo y resolvieron que el tema lo continúen sus representantes diplomáticos. Los presidentes se mostraron a favor de seguir negociando y ordenaron a sus equipos volver a reunirse pronto, según revelaron desde el gobierno estadounidense.
Lo que más repercusión internacional generó fue una foto en la que Obama y Putin se saludan con gestos fríos. "La mirada del odio", fue el título que prevaleció entre la prensa internacional para simbolizar la imagen capturada por el fotógrafo ruso Alexei Druzhinin, de la agencia Sputnik, AFP y Getty.