La mujer musulmana cobró fama mundial por un video casero, donde se la ve caminando por las calles moscovitas con la cabeza de la niña que cuidó durante cuatro años. Antes, había incendiado el departamento donde trabajó como niñera.
Bobokulova luego de ser detenida se mostró inmutable y sin remordimiento. Al enfrentar a los jueces se declaró culpable.
Los jueces le preguntaron si quería pedir a los padres de la niña que la perdonaran, pero apuntando con su dedo hacia el cielo dijo con frialdad: "No voy a pedir a nadie. Sólo a Alá".
También se supo que había estado internada dos años en Uzbekistán para tratar su esquizofrenia. Tenía un novio de su misma religión a quién la Policía investiga,porque creen que estuvo en el departamento antes de cometer el crimen. El hombre es buscado, porque es un religioso radicalizado.