Después de una histórica batalla, que comenzó en 2011, y meses de asedio, intensos bombardeos, ejecuciones y enfrentamientos entre el gobierno y los militantes yihadistas, las tropas de Bashar al Assad tomaron el control de Alepo.
Los rebeldes se rindieron y comenzarán a retirarse. El acuerdo forjado a contrarreloj por dos potencias extranjeras que pelean en Siria, Turquía –permitió el ingreso y egreso de los combatientes opositores- y Rusia –aliado incondicional del gobierno de Bashar al Assad-, controlarán la evacuación de combatientes y civiles.
En los últimos días, la ONU denunció que 82 civiles murieron en Alepo a manos de milicias leales al gobierno sirio. El secretario general, Bank Ki-moon, dijo que el pacto “podría ser inminente”.
La ciudad quedó devastada. Este año el conflicto se agravó y hay más de 300 mil personas muertas. Los rebeldes se dirigirán a la zona oeste de Alepo, controlada por el Gobierno, y otros a la provincia de Idlib, que está siendo fiscalizada por la oposición.
+ Video: un drone captura el estado desolador en el que quedó Alepo