El alemán Andreas Richter y el polaco Piotr Koper encabezan desde hoy a un equipo de 40 personas que están al frente de las excavaciones en un punto de la ruta ferroviaria que une las ciudades polacas de Wrolav y Walbrzych.
El ambicioso objetivo es dar con el supuesto tren nazi que estaría cargado con más de 300 toneladas de oro y otros tesoros. Habría sido ocultado por el ejército de Hitler en un laberinto de túneles cavados en la región.
Fue en agosto del año pasado cuando estos “cazatesoros” llamaron la atención de curiosos y periodistas al anunciar la posible existencia del tren. La hipótesis se basa en señales que registraron mediante un radar de penetración terrestre, y recién un año después, consiguieron los permisos para comenzar los trabajos.
"Dos excavadoras ya están trabajando", anunció la portavoz del equipo. "Las excavaciones son muy prometedoras y solo tenemos que encontrar una vía férrea que nos llevará a la entrada del túnel. Si el túnel existe, debería haber un tren ahí". Según la mujer, el próximo fin de semana quedarían concluidos los trabajos y la “búsqueda del tesoro” terminaría en éxito o fracaso.
Richter y Koper anunciaron que en caso de encontrarlo lo darían a conocer si el gobierno polaco les daba una recompensa del 10 por ciento del tesoro. Sólo el viceministro de Cultura polaco dio crédito a la hipótesis tras examinar una serie de imágenes captadas por el radar, mientras que otros ministros pusieron en duda la existencia del tesoro.
En el sitio de internet se accede a la empresa que crearon para la búsqueda y se pueden seguir desde allí los avances del proyecto. En pocos días sabremos si la leyenda del tren se convierte en realidad o simplemente en un mito más del horror nazi.