Aunque la noticia del embarazo en la familia Altobelli significó un gran paso para su matrimonio, una ecografía cambió el rumbo de la historia. A un año de su nacimiento, Addy y Lily se recuperan de su operación en Filadelfia.
A 20 semanas de gestación, Maggie, mamá de las bebas, acudió al médico para un chequeo rutinario. Si bien en un principio todo apuntaba a un embarazo típico, los resultados revelaron dos corazones.
Asombrada, pero emocionada al mismo tiempo, la pareja celebró el descubrimiento aunque algo en la cara de la enfermera no estaba bien. Al verse en detalle las imágenes emitidas por las ondas, los cuerpos estaban unidos por diafragma e hígado. “Son dos, pero sus pequeños estómagos están conectados”, comentó la médica.
En el programa Today Parents, la familia norteamericana reveló los detalles que los convirtió en parte de los 200.000 embarazos de este tipo en el mundo. “Sonríen todos los días y eso hace todo más fácil”, dijo Dom Altobelli, su padre.
Los controles hasta su nacimiento
Debido a la escazes de casos, el embarazo de siameses debe pasar por muchos estudios previo al nacimiento. Aunque la idea desde un principo fue separarlas, si los corazones estaban unidos, habría sido imposible.
El Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) fue el elegido para el seguimiento del caso. “Fue una sorpresa impactante, pero simplemente pensamos que Dios nos dio a estas niñas por una razón”, reveló Maggie.
A 34 semanas de estar en el vientre, el 18 de noviembre de 2020 Addison y Liliana nacieron por cesárea. Mientras las preparaban para la operación, las pequeñas hiceron vida normal, aunque a diferencia de los nacimientos convencionales, ellas estaban unidas.
+ MIRÁ MÁS: España: pagarán un bono a los jóvenes que dejen la casa de sus padres
Tras varios meses de espera para su crecimiento, "se las sometió a una expansión de tejidos, que consistía en ayudarles a crecer algo de piel porque compartían la pared torácica desde debajo de las clavículas hasta el ombligo”, explicó Holly Hedrick, la doctora que llevó el caso.
El 13 de octubre de 2021, las niñas se sometieron a una operación que duró 10 horas, y tras una larga recuperación, hoy pueden vivir separadas. Por cuestiones de oxígeno, Addy y Lily estarán conectadas a un respirador hasta que su cuerpo no lo requiera más.
“Este es nuestro viaje. Es muy especial en muchos sentidos. Es bastante milagroso e increíble que estemos viviendo esta vida”, concluyó su madre.