La crisis en Venezuela se ahonda y llega a límites impensados. Ahora el presidente Nicolás Maduro se vio obligado a abrir por 12 horas la frontera con Colombia, cerrada por él mismo el año pasado, para que los ciudadanos crucen para comprar medicamentos y comida.
Desde la mañana del domingo, una multitud pasa desde la ciudad venezolana de San Antonio del Táchira hacia Cúcuta, por el puente internacional Simón Bolívar. El objetivo: adquirir los productos básicos necesarios para vivir, que son cada vez más difíciles de conseguir en el país bolivariano. El desabastecimiento llegó a una situación crítica.
"Somos de aquí de San Antonio, de verdad no tenemos nada de comida para darle a nuestros hijos, entonces no me parece justo que la frontera todavía siga cerrada", contó a la agencia de noticias EFE una mujer que cruzó la frontera junto con su esposo y dos hijos.
Peor en el límite. La escasez de alimentos y medicamentos se agrava en la zona limítrofe por el cierre de las fronteras con Colombia que decretó Maduro en agosto de 2015, quien llevó a cabo la medida para luchar contra el contrabando y supuestos paramilitares.