164 paracaidistas establecieron un récord mundial de formación en caída libre al construir en el aire una flor gigante, a una velocidad de hasta 385 kilómetros por hora, sobre la ciudad de Ottawa.
13 intentos fueron necesarios para que rompieran el anterior récord de 138 paracaidistas en 2012.
El equipo fue seleccionado en entrenamientos en España, Australia y Estados Unidos. Allí, decenas de paracaidistas fueron descartados.
Siete aviones volaron en formación precisa para que los participantes se reunieran en la altitud, el lugar y el momento correctos.
“Demostramos que si se puede juntar el grupo correcto de personas y unas buenas condiciones, todo es posible... incluso en el intento número 13".
Además, fueron necesarios cuatro camarógrafos (también paracaidistas) que volaron por encima, por debajo y a los lados de la formación para que los jueces, que estaban en tierra, tuvieran pruebas del logro.
Los paracaidistas volaron a una velocidad mínima de 257 kilómetros por hora y algunos alcanzaron los 385 kilómetros por hora.
Los paracaidistas saltaron a 6 mil metros de altura. Tantos ellos como los pilotos respiraron oxígeno puro desde que los aviones llegaron a los 4.300 metros de altitud. Lo realizan para reducir el riesgo de hipoxia, un malestar que surge de la falta de oxígeno y que puede causar inconsciencia y muerte.
Mirá el video con el récord: