En una entrevista de más de dos horas con el medio Noticias Univision 24/7, el papa Francisco buscó desmentir varios mitos que giran a su alrededor. Negó estar pensando en retirarse, aseguró que no siente simpatía por el Gobierno ruso en el conflicto con Ucrania, y criticó a quienes lo llaman comunista.
Sobre este último eje, dejó una frase que resonó en varios medios internacionales: “Lo confieso, con Raúl Castro tuve una relación humana”, sostuvo el sumo pontífice. A un año de las manifestaciones masivas del 11J, en contra del régimen cubano, el líder religioso se refirió a la isla como “un símbolo” con una “historia grande” al que se siente “muy cercano”.
En ese sentido, celebró la relajación en las tensiones que hubo con Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama, y deseó que algo similar se repitiera.
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Al ser consultado por quienes lo tildan como comunista por estas postura, contestó: “Hay ciertos grupos de medios de comunicación, muy ideologizados, que se dedican a ideologizar las posturas de los otros. A veces no saben distinguir lo que es el comunismo de lo que es el nazismo, o el populismo del popularismo”.
Y remarcó: “Cuando me acusan de comunista pienso: 'que trasnochado que está esto, esas acusaciones ya pasaron'. No me preocupa, porque nace de pequeños grupos ideologizados”.
Tuvo una reacción similar cuando las periodistas mexicanas María Antonieta Collins y Valentina Alazraki, le preguntaron sobre su supuesto apoyo al Gobierno de Vladimir Putin, en el conflicto entre Rusia y Ucrania. “Me río. La capacidad de opinar de la gente no tiene límite”, dijo.
En ese sentido, dijo que prefiere hablar sobre las víctimas de la guerra y no sobre los victimarios. También aprovechó la oportunidad para volver a condenar la fabricación de armas nucleares.
Posible renuncia y regreso a la Argentina
Sobre la posibilidad de dejar su cargo, dijo que “nunca” lo pensó. Aunque reconoció que aún sufre dolores en su rodilla y que se siente “disminuido”. Además, admitió que siempre creyó que su tiempo en el Vaticano iba a ser breve, y que de a ratos le sorprende que “ya pasaron 9 años”.
Aún así, no descartó seguir los pasos de su antecesor, Joseph Aloisius Ratzinger. “Si veo que no puedo, o hago daño o soy un estorbo espero la ‘ayuda’ para tomar la decisión de retirarme”, dijo.
Sin embargo, negó la posibilidad de volver a vivir en Argentina de concretarse su abdicación. Aunque no habló sobre su país natal de forma directa, indicó que le gustaría residir en la basílica de San Juan de Letrán, la sede tradicional de los obispos de la capital italiana, como “obispo emérito de Roma’'.