El avión que cayó en Egipto, el 31 de octubre, con 224 personas a bordo, explotó debido a una bomba colocada por terroristas. Así lo confirmó el jefe de los servicios de seguridad rusos, Alexánder Bortnikov.
"Explotó un artefacto casero y como resultado, el avión se desintegró en el aire, lo que explica por qué las piezas del fuselaje están diseminadas ampliamente", informó el funcionario.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que intensificarán el ataque en Siria contra el Estado Islámico. "Los buscaremos estén donde estén y los encontraremos en cualquier rincón del mundo", señaló.
Además, los servicios de seguridad rusos anunciaron, a través de un comunicado, una recompensa de 50 millones de dólares para aquellos que brinden información sobre los autores del atentado.
Por su parte, Francia bombardeó Siria por segunda noche consecutiva. Los ataques fueron en la ciudad de Al Raqa, contra un puesto de mando de la organización ISIS y un campo de entrenamiento. El anuncio fue realizado por el primer ministro francés, Manuel Valls.
En los próximos días, el presidente Hollande se reunirá con los mandatarios de EE.UU y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, con el objetivo de coordinar acciones conjuntas.