73 cadáveres fueron encontrados en un rancho de 300 hectáreas en Kenia. Las víctimas fueron identificadas como seguidores del autoproclamado pastor Paul Mackenzie Nthenge, quien se entregó recientemente a la Policía.
Según publicaron medios locales, el líder de la secta le habría pedido a sus feligreses que “ayunen hasta conocer a Jesús”. Al intervenir las autoridades encontraron a algunos sobrevivientes, todos con problemas de desnutrición.
+ MIRÁ MÁS: Un joven ucraniano, el mejor alumno del mundo: diseñó un drone antiminas
Nthenge ya había sido arrestado dos veces por predicaciones extremas. A principios de este año quedó en el centro de la escena por pedirle a la gente que sacara a sus hijos de las escuelas y asegurar que la educación “no estaba reconocida” por la Biblia.
El hombre fundó en 2003 la llamada “Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas” que contaba con cerca de 3 mil afiliados. Antes trabajaba como taxista.
La respuesta del Gobierno
El presidente de Kenia, William Ruto, se refirió a los atroces hechos y prometió tomar medidas contra movimientos religiosos “turbios”.
“Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo”, afirmó.