Ocurrió en La Florida, una localidad ubicada a 100 kilómetros de la capital Montevideo.
Todo comenzó cuando un hombre sufrió un infarto en un supermercado y murió. De casualidad estaba haciendo las compras allí un amigo de Don Cono. Y aparentemente el muerto se parecía a Don Cono. Tanto era el parecido que el amigo se lo confundió y la nieta también, por lo que comenzaron a preparar el velorio de Don Cono.
Esperaron unas dos horas a que llegara el médico forense, mientras tanto, la familia realizaba los trámites correspondientes para iniciar el velorio y el sepelio.
En medio del duelo, el marido de una de las nietas sintió la voz de su abuelo político y creyó estar loco.
"Alcanzame la llave del portón, me dejaron afuera. ¿Para qué trancaron la reja?", dijo la voz.
Abrió el portón, lo miró bien y cuando recobró el habla, su nieto político le dijo: "A vos te están velando, abuelo". Don Cono no entendía lo que pasaba. En ese momento aparecieron sus nietas, que no podían creer lo que veían. Otra vez volvieron a llorar, pero esta vez de alegría.
Al parecer, el fallecido era en realidad un exfuncionario bancario de 85 años, muy parecido físicamente a Millán.