Winter Moore tiene solo un año de vida y ha batallado con dos grandes problemas de salud: sobrevivió al coronavirus y a un trasplante de hígado, todo antes de cumplir un año. Ha pasado más días de su vida en un hospital que en su casa.
Esta pequeña guerrera, es de Nueva Orleans, Estados Unidos, y nació el 25 de febrero de 2020, al salir del hospital su mamá notó que los ojos de la beba estaban amarillos.
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"Empeoró y comenzó a ponerse casi verde", recuerda Nicholas, su mamá. Después de un mes, esos síntomas no desaparecieron, por lo que la llevaron a Winter al Hospital de Niños local. Al llegar, le hicieron la prueba de coronavirus y dio positivo.
“Nos dijeron que tenía la enfermedad y que estaba afectando a su hígado”, manifestó la madre. En este sentido, aseguró que el virus derivó en una ictericia. La ictericia se produce cuando hay un exceso de bilirrubina en la sangre.
Y desde entonces comenzó un calvario para sus padres, cuando le dijeron que su hija necesitaba un trasplante de hígado. Recién en septiembre apareció el donante, ya que en medio estaba la pandemia.
Hoy, seis meses después, Winter de un año celebra la vida y los médicos están sorprendidos de lo bien que está.