Yahya Jammeh perdió las elecciones del 1 de diciembre de Gambia, pero no quería abandonar el cargo que mantuvo durante 22 años. Ante las presiones y la amenaza de una intervención militar, abandonó el país africano con más de 11,4 millones de dólares que robó de las arcas del Estado.
En su huida al país vecino Guinea Ecuatorial, el expresidente no olvidó llevar sus autos de lujo en un avión de carga. Todo esto, según la denuncia de un asesor del presidente electo, Adama Barrow, quien debió asumir fuera del país por cuestiones de seguridad, a raíz de la crisis política.
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"Gambia está en dificultades financieras, las arcas están virtualmente vacías, eso es un hecho", afirmó Mai Ahmad Fatty, asesor del nuevo presidente. El monto del robo podría aumentar, ya que los 11 millones fueron los que descubrieron en las últimas horas, desde que Jammeh se fue el pasado sábado.
Mientras tanto, Barrow todavía espera volver del exilio, en Senegal, para tomar el poder en Gambia. En las calles de Banjul, la capital, hubo celebraciones tras confirmarse que Jammeh había se había ido de del país.