A cinco días del atentado suicida en el aeropuerto de Estambul, el ISIS volvió a golpear a la comunidad internacional. Ahora, el punto atacado fue el sudeste asiático.
Minutos antes de las 21, terroristas armados con explosivos, pistolas y espadas ingresaron a un patio de comidas en Dacca, la capital de Bangladesh. Dos policías fueron asesinados y otras 40 personas fueron tomadas como rehenes.
Entre ellos se encontraba Diego Rossini, un argentino que trabaja como cheff del local Holey Artisan Bakery-O'Kitchen. Sumon Reza, supervisor de la panadería que funciona en el lugar, dijo a un diario local que allí trabajan extranjeros, entre ellos un italiano que escapó y un argentino que no lo logró.
Por suerte, minutos después Gastón Palacios, un colega en el mismo restaurante, se comunicó por WhatsApp y confirmó que "zafó de los disparos escapando por la terraza". En los pocos segundos que duró la charla, Rossini le dijo: "Fue una masacre. Me escapé por donde nadie pudo escapar". Video:
El Estado Islámico se adjudicó el ataque y habló de decenas de muertes en un comunicado: "Más de 20 personas de diferentes nacionalidades han sido asesinadas en el ataque de EI en Dacca". Las horas siguientes fueron de incertidumbre, hasta que tropas de élite de Bangladesh tomaron por asalto el lugar. Según los primeros reportes, liberaron a varios rehenes, aunque no hubo hasta la noche del viernes información oficial sobre la cantidad final de víctimas.