El avión Tupolev Tu-154 había despegado desde la ciudad de Sochi, Rusia y se dirigía rumbo a Siria cuando se estrelló en el Mar Negro con 92 personas a bordo.
Las autoridades descartaron por completo un atentado ya que la aeronave cayó en el espacio aéreo ruso. "Excluyo totalmente la tesis del atentado. Una tesis semejante es imposible", señaló Viktor Ozerov, jefe de la comisión de Defensa del Senado.
Las primeras estimaciones apuntan a un desperfecto técnico del avión, que tenía 33 años, o a un error humano. El piloto, Roman Volkov, sumaba más de 3 mil horas de vuelo, según informó el Ministerio de Defensa, a quien pertenecía la nave.
Entre los pasajeros, se encontraban los 64 integrantes del Coro del Ejército Rojo, que viajaba para presentarse ante las tropas rusas destinadas en Latakia (Siria) en la noche de Año Nuevo.
La lista de víctimas incluye a los ocho tripulantes, al jefe del departamento de Cultura del Ministerio de Defensa, Anton Goubankov, a ocho militares, dos responsables civiles, un miembro de una organización humanitaria internacional y periodistas de los canales NTV, Channel One y Zvezda.
Los restos del avión se encuentran dispersos en un área de 1,5 kilómetros a lo largo de la costa del Mar Negro. "Esta tragedia se llevó la vida de personas llenas de fuerza y de planes", lamentó el premier ruso, Dmitri Medvedev.