"Como nunca en la historia de la humanidad", hay un millón de especies (entre animales y plantas) en peligro de extinción por culpa de las actividades humanas. Así lo afirmó en un alarmante informe la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), un comité de la ONU integrado por 132 países.
Las conclusiones fueron extraídas de miles de publicaciones científicas y compiladas por 145 expertos -con la colaboración de otros 310- de 50 países y se llegó a este informe final durante la cumbre que se realizó en París del 29 de abril al 4 de mayo.
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Entre los datos más preocupantes, el IPBES señala que el 75 por ciento de los ecosistemas terrestres y el 66 por ciento de los marinos fueron alterados por acciones humanas. Además, se redujo la productividad de la tierra en un 23 por ciento.
¿Por qué se produce esto? Las áreas urbanas se duplicaron desde 1992, se multiplicó 10 veces la contaminación plástica desde 1980 y en los útlimos 40 años se duplicaron las emisiones de gas que generan el efecto invernadero, provocando un aumento de la temperatura global (entre otros flagelos provocados por el ser humano).
"La salud de los ecosistemas de los cuales dependemos nosotros y otras especies se está deteriorando más rápido que nunca. Estamos erosionando las bases de nuestras economías, sustentos, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida alrededor de todo el planeta", manifestó el presidente del IPBES, Robert Watson.
"El reporte también nos dice que no es demasiado tarde para hacer la diferencia, pero solo si empezamos ahora en todos los niveles, desde lo local hasta lo global", sostuvo. Para este químico británico, es necesario un "cambio transformador", una reorganización de todo el sistema desde un punto de vista tecnológico, económico y social, incluyendo paradigmas, objetivos y valores.
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La cordobesa que copresidió el informe
La bióloga Sandra Díaz, nacida en Bell Ville -profesora de la UNC, investigadora del Conicet y reconocida mundialmente por su trabajo científico-, destacó que nos encontramos en un "punto de quiebre" ante la pérdida de biodiversidad.
"La trama de la vida a escala global se está deteriorando muy rápido. No es sólo una mala noticia para el resto de la naturaleza sino para todos. El informe documenta bien que todos los aspectos de la vida están en íntima dependencia con el resto del mundo vivo", subrayó en un diálogo con periodistas.