En el paso fronterizo entre Marruecos y Melilla, un supuesto terrorista sorprendió a todos portando un cuchillo de gran tamaño y gritando “Alá es grande”. Inmediatamente, un oficial de la Unidad de Intervención Policial logró reducirlo de una manera insólita.
Evitó sacar su arma de fuego y tomó una gran barrera de plástico, que se utiliza para controlar el paso de los vehículos, y se la lanzó en la cabeza. Esto provocó la caída del hombre, que estaba fuera de sí, y el resto de los policías se abalanzaron sobre él.
Fue en ese momento cuando el hombre hirió a uno de los agentes que forman parte del dispositivo de seguridad de ese lugar. Afortunadamente sólo sufrió un corte en un dedo de la mano. Luego lograron desarmarlo y detenerlo.
Aún se desconoce si se trató de un atentado. Fuentes antiterroristas apuntan a que fue una acción de un perturbado que intentó autolesionarse. Mientras investigan si el atacante tiene antecedentes.