Susan Brown, jubilada británica de 65 años, se encontraba en el puerto de Madeira, Portugal cuando desesperada se lanzó al mar al ver que su crucero ya había zarpado hacia Bristol.
La mujer creyó que su marido se encontraba en el interior del barco, y por miedo a quedarse sola, decidió comenzar a nadar para dar caza a su crucero Marco Polo.
Después de cuatro horas y gritos desesperados, un grupo de pescadores la encontraron a unos 500 metros de la costa. Inmediatamente fue trasladada a un hospital con graves síntomas de hipotermia. Se cree que Brown pudo salvarse gracias a su bolso lleno de aire que usó a modo de salvavidas.
En Portugal, vecinos de Susan Brown, especulan que discutió con su marido, lo que pudo propiciar su confusión y desamparo, previo a lanzarse al agua.