La orca que tenía casi seis metros de largo murió en las costas de la Bahía de Plettenberg en Sudáfrica. El animal había quedado varado días antes a Navidad.

Pero la sorpresa fue peor. Los expertos abrieron el estómago de la orca, para saber por qué había muerto y encontraron gran cantidad de material contaminante que ingerió horas antes a su muerte.

Los reservistas, aseguran que la orca se había aproximado a la costa en busca de comida. Lo lamentable, es que sólo encontró lo que los turistas irresponsables tiraron a la playa: recipientes de yogurt, zapatos viejos, envoltorios, golosinas. Ante la desesperación, el animal comió todo lo que encontró a su alcance.

Este ejemplar de cetáceos habita el sur del continente africano y suelen alimentarse de mamífero, lobos marinos, delfines o cualquier tipo de pez grande.