Al menos dos personas desaparecidas, dos víctimas fatalas y varios heridos es el saldo tras la explosión en la planta del grupo químico BASF, ubicada en el puerto fluvial de Ludwigshafen, en el oeste de Alemania.
La presencia de humo tóxico llevó a las autoridades a pedir a los ciudadanos que permanezcan en sus casas, cierren puertas y ventanas, apaguen el aire acondicionado y las instalaciones de ventilación. El alerta se extendió a la ciudad de Mannheim, del otro lado del Rin.
Hasta el momento no se informó sobre la causa de la explosión. El comunicado de la empresa dice que "tuvo lugar durante unas obras en un sistema de tuberías".

La compañía suspendió las actividades industriales del área por motivos de seguridad. Las instalaciones del puerto se utilizan para descargar líquidos inflamables y gas líquido.
