Una situación insólita se dio en la zona rural aledaña a la localidad de Komarno, Eslovaquia. Cientos de cisnes se volvieron adictos a las amapolas que consumían en los campos y no podían volar debido al efecto narcótico de las plantas.
A partir de esto, los productores locales removieron a los animales del lugar para que iniciaran el proceso de desintoxicación. Cabe remarcar que las amapolas producen opio, que causan somnolencia, niebla mental, náuseas y estreñimiento.
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De acuerdo a un cultivador de la zona, Bálint Pém, cientos de cisnes llegaron al área en febrero de 2023. "Se comieron unas cinco hectáreas", precisó en diálogo con el medio alemán DW.
Como estos animales son una especie protegida en Eslovaquia hubo que conseguir un permiso especial para removerlos de la zona y llevarlos a un lugar para que sean desintoxicados. Resta saber si una vez recuperados, las aves volverán al lugar por más amapolas.
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