El sábado 26 de mayo de 1990 en Wellington, Florida, Marlene Warren fue asesinada por alguien que golpeó la puerta de su casa con un ramo de flores en la mano. El caso conmocionó a la opinión pública norteamericana porque la homicida, además, vestía como payaso.
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La víctima de 40 años recibió un disparo en la cara. Su hijo Joey escuchó el ruido del arma y alcanzó a ver cómo el asesino huía en un Chrysler LeBaron blanco. La descripción brindada a la policía fue la siguiente: llevaba globos, peluca naranja, una gran nariz redonda de color, guantes blancos y la cara pintada con una gran sonrisa roja dibujada.
Con el apoyo de la tecnología actual, inexistente en la época del crimen, se llegó a la conclusión que la autora del crimen fue la amante del marido de la víctima. Un estudio de ADN implicó a Sheila Sheltra Keen y fue detenida este martes.
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La identidad de la asesina no sorprendió a los investigadores. En un comienzo se sospechó de ella. Keen era secretaria en el negocio de autos de Michael Warren, esposo de Marlene. A pesar de comprobarse la existencia de una relación amorosa extramatrimonial entre ambos y de testimonios que la indicaban comprando flores y globos horas antes del asesinato, las pruebas no eran contundentes.
En aquel entonces la policía arrestó y detuvo por unos días a Michael. Pero fue liberado por falta de indicios suficientes. Doce años después, la pareja de amantes se casó y mudó a Tennessee para abrir un restaurante.
En el 2014 la justicia de Palm Beach reabrió el caso convocando a los testigos y haciendo nuevas pericias. Los resultados no arrojaron dudas: la payasa criminal es Sheila Sheltra Keen.