Supongamos que el Chapo Guzmán estaba preso acá. El primer problema lo tiene para salir por las cloacas porque el sistema está colapsado en la penitenciaria de Bouwer. Bueno, pero el tipo es groso y emprende la obra faraónica de empezar el túnel. Busca al sur. Recorre 500 metros e intenta emerger. No puede, cava y cava para arriba como un topo y no asoma la cabeza. Está debajo de la montaña de basura que dejó Cliba.
Pero el tipo es groso y hace otro túnel hacia el norte. Aprende de la mala experiencia y hace un túnel de 1500 metros. Le pasa lo mismo: ahora está bajo la montaña de basura que están armando Cotreco y Lusa. Resignado, vuelve a Bouwer, como decía el Chavo del perro arrepentido, con el rabo entre las piernas.
Sigue en el penal y se entera que alguien escapó una vez “¡Qué pinche padre!”, dice el Chapo y pregunta “¿órale y cómo le hizo?”. Se indigna al enterarse que una noche de boxeo por la TV un preso se fugó en auto. “Cómo no se me ocurrió ¡me lleva el chanfle!”, se lamenta al ver los avisos publicitarios que dicen que la Autopista a Rio IV está casi lista. Logra salir manejando y busca la autopista que va al sur. Hace quince kilómetros y la obra termina en Alto Fierro. Se está quedando sin nafta. No entiende porque calculando el precio y pasando mentalmente de galones a litros no le alcanza: nadie le explicó que acá existe la tasa vial.
Paga el peaje. Y ahora entra a Córdoba. A la altura de Barrio Comercial se le acaba la nafta. Intenta parar un taxi para pagar en destino y nada. Ningún taxista levanta gente de noche. Pregunta por los autobuses y oh! coincidencia ese día le dicen que los autobuses de Santa Fe están de asamblea. El Chapo pregunta por los autobuses de Córdoba. Aclara que no le interesan los autobuses de otras provincias. Su interlocutor local le dice que acá les decimos “bondis”. Y aclara que no tiene ganas de andar explicándole a un desconocido con tonada mexicana qué fue del transporte público en las últimas décadas, por más capo narco que sea.
Solo y a pata, el Chapo pregunta por la montaña de basura más cercana. Cansado y con hambre camina hasta el enterramiento de residuos y busca su túnel. ¿Qué hace un capo narco con una pala en plena noche? En Córdoba, busca el calor de su celda. Porque esta fuga “se le chispoteó”.