El dolor crónico es aquel de más de 3 meses de evolución, cualquiera sea su etiología, siendo el dolor mismo la enfermedad, provocada por un proceso patológico crónico. Este dolor impacta sobre aspectos clínicos del paciente y su calidad de vida, porque se producen cambios no solo físicos sino también, psíquicos y espirituales. La asociación de anestesia, analgesia y reanimación de Córdoba (Adaarc), considera el tratamiento del dolor crónico como un pilar y eje de acción en el que todo anestesiólogo debe estar formado y comprometido. Es por esto que desde la misma se capacita a los profesionales para tratar y brindar un acompañamiento integral a todo paciente sufriente.
Para dimensionar la problemática, se estima que el 20% de las personas en el mundo experimentan dolores crónicos de algún tipo. Siendo estos musculoesqueléticos, dolores lumbares, cervicalgias, migrañas, dolores neuropáticos, fibromialgias, dolor por cáncer, entre otros.
A pesar de ser el dolor uno de los síntomas que más sufrimiento produce en cualquier enfermedad muchas veces no recibe el tratamiento adecuado. Las razones pueden ser culturales bajo argumentos de inevitabilidad del dolor, miedo a expresarlo y ser considerado un mal paciente o esperar a que sea insoportable para tratarlo. También hay razones con origen religioso e inclusive político por acción u omisión de las políticas públicas.
Desde Adaarc, consideran que el dolor crónico debe ser tratado por razones bioéticas, legales y epidemiológicas. El tratamiento de éste es un derecho de todos los seres humanos y es responsabilidad de los médicos tratarlo. El dolor genera conflictos en el ámbito social y familiar de las personas sufrientes disminuyendo significativamente su calidad de vida y la de su entorno próximo. Cambiando el foco de lo individual a lo colectivo, desde lo epidemiológico, el dolor crónico tiene un alto impacto, y las cifras de prevalencia e incidencia nos hablan de un problema preocupante de Salud Pública.
Para evitar esta problemática, desde la Asociación de Anestesiología, Analgesia y Reanimación de Córdoba consideran que es necesario Prevenir, Educar y Planificar. La prevención, enfocada en torno al dolor posoperatorio donde más de la mitad de los pacientes luego de una operación suele percibir un dolor moderado a intenso si no se lo trata, y de estos un 20% es posible que desarrolle un dolor crónico. En cuanto a la educación, enseñar y entrenar a los profesionales de la salud para tratar el dolor, y al paciente y familiares para participar en el proceso. Por último, es necesario planificar cómo atender al paciente con esta problemática de manera metódica y saber cuándo y cómo derivarlo a expertos en medicina del dolor y cuidados paliativos.
El dolor crónico es una enfermedad que afecta a miles de personas cada día y muchas veces pasa desapercibido. Desde Adaarc sugieren a quienes lo sufren que no se resignen a vivir con dolor y que consulten a los profesionales médicos especializados en la materia para poder mejorar su calidad de vida.