El bienestar pleno depende de la prevención activa y la conciencia individual. La defensa más eficaz es aquella que se implementa diariamente en el cuidado personal y las decisiones de salud preventiva.
Cuidados esenciales ante las altas temperaturas
En días en los cuales el calor se presenta de manera intensa y agobiante, la hidratación y la protección solar se vuelven medidas fundamentales para evitar complicaciones graves, especialmente en niños y adultos mayores.
Los especialistas sugieren adoptar las siguientes acciones:
Hidratación Constante: Beber abundante agua, incluso si no se siente sed, para mantener la temperatura corporal estable. Evitar bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
Protección Solar: Utilizar protector solar de factor alto, incluso en días nublados. La exposición directa al sol debe ser limitada, especialmente entre las 10 y las 16 hs.
Actividad Física: Limitar, en la medida de lo posible la actividad física intensa al aire libre durante las horas de mayor calor, entre las 10 y 17 horas. Si se realiza ejercicio, hacerlo en horarios frescos y manteniendo la hidratación.
Ambientes Frescos: Buscar la sombra y utilizar ropa clara y liviana. Los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas deben permanecer en ambientes climatizados.
Atención a Síntomas: Ante mareos, náuseas, sudoración excesiva o piel muy seca, buscar atención médica inmediata, ya que pueden ser signos de un golpe de calor.
La prevención es clave para el bienestar. Disfrutar de la temporada sin descuidos es la mejor forma de asegurar un verano saludable.



