Una reciente investigación llevada a cabo por la Dra. Silvia Cornero (investigadora de la Universidad Nacional de Rosario) y el Lic. Luis Tissera (arqueólogo de la Agencia Córdoba Cultura), con la colaboración del Dr. Sebastián Pastor (investigador de CONICET), describió un singular hallazgo producido en la provincia de Santa Fe. Se trata de un recipiente arqueológico de forma globular que en el cuello presenta un rostro modelado de características idénticas a las típicas estatuillas de barro cocido producidas por las antiguas sociedades indígenas de Córdoba.
El análisis sistemático de esta pieza única, actualmente conservada en el Museo Histórico de Coronda (localidad del hallazgo), permitió detectar un conjunto de rasgos estilísticos que presentan correspondencias específicas con las estatuillas cordobesas, ya sea en las perforaciones auriculares, diseños de la vestimenta, adornos, peinado, collar y vincha, como en las técnicas de acabado, aplicaciones al pastillaje y tipos de incisiones.
Conexión de materiales por rasgos compartidos
Para las comparaciones se relevó cerca de medio millar de estatuillas de distintos sitios de la provincia de Córdoba, con una antigüedad estimada entre 500 y 1.000 años, que muestran variaciones de diseño según el sector geográfico de procedencia. Las numerosas correspondencias iconográficas y estilísticas entre el cántaro de Coronda y las estatuillas consideradas, sugiere una clara conexión entre estos materiales arqueológicos. La más firme se verifica con los diseños que circularon en el tramo del río Xanáes que atraviesa las localidades de Pilar y Río Segundo, área donde las estatuillas muestran la mayor cantidad de rasgos compartidos con el recipiente hallado en Coronda.
Más allá de estos detalles en la decoración, la morfología general también se relaciona con un tipo de recipiente ampliamente distribuido por el área andina desde Ecuador hasta el Noroeste argentino, caracterizado por ollas globulares rematadas con figuras masculinas en el cuello y denominado en Perú como “cántaro cara-gollete”. No obstante, en este caso la presencia de pechos sugiere la representación de una figura femenina y su contorno esferoidal carente de ombligo podría interpretarse como la indicación de un estado avanzado de embarazo. Otro conjunto de rasgos que hacen de este recipiente un objeto peculiar.
El origen del recipiente
Si se toman en cuenta variables tecnológicas, estilísticas y de diseño, el cántaro de Coronda se aparta de las tradiciones locales y puede ser considerado una pieza de características exóticas para el área del Paraná. Según los investigadores se plantean dos hipótesis posibles sobre el origen de este recipiente: la primera sostiene que se trataría de un objeto producido a nivel local con materiales propios de la zona aunque siguiendo pautas o “modos de hacer” pertenecientes a la tradición de manufactura de las antiguas comunidades cordobesas, quizás por parte de un sujeto de origen forastero o con un profundo conocimiento acerca de los patrones estilísticos de la estatuaria del centro de Argentina. La segunda, en el caso de que se trate de un recipiente elaborado fuera de la región, provendría con bastante probabilidad del área del río Xanaés, desde donde habría llegado al Paraná.
En esta área del Departamento Río Segundo se encuentra la actual localidad de Calchín, topónimo registrado ya en el tiempo de la conquista española. Curiosamente, en un documento de la jurisdicción de Santa Fe fechado en 1591 los grupos indígenas de la región de Coronda eran denominados “calchin” y su cacique “Corona”. Las fuentes escritas de ese momento también aluden con los términos “corunda”, “corinda” o “corona” a un grupo indígena asentado al sur de la ciudad de Santa Fe La Vieja y a su cacique, en tanto que los “calchin”, a su vez son mencionados en el Acta de Fundación de la ciudad en 1573 por Juan de Garay.
Uniones prehispánicas
La posición geográfica de la actual provincia de Córdoba permite proponer múltiples conexiones entre comunidades prehispánicas locales y de otros territorios. Tal vez, el vector menos explorado sea aquel que relaciona a los antiguos cordobeses con poblaciones de la llanura del Paraná. Si bien se han planteado con anterioridad algunas hipótesis que sugieren la existencia de redes de interacción a larga distancia y que habrían posibilitado la circulación de objetos y personas entre ambos espacios geográficos, tanto este recipiente como la información etnográfica y toponímica no solo apuntan a su confirmación, sino que permiten por primera vez incluir dentro de estos vínculos a un sector específico de la provincia de Córdoba.
Los resultados completos de esta investigación fueron publicados recientemente en un artículo científico en la revista Folia Histórica del Nordeste y pueden verse aquí.