Este festival, que contó con la participación de destacados músicos y actores locales de la industria, tiene como objetivo principal fomentar la colaboración entre artistas locales e internacionales, creando así oportunidades de negocio y promoviendo el crecimiento de la escena musical local. Durante el evento, se llevaron a cabo diversas presentaciones musicales en vivo, destacando especialmente la muestra denominada Epojé.
Fue organizada conjuntamente por el Sindicato de Músicos de Córdoba, la Agencia ProCórdoba y la organización Córdoba Música, encontrando en la sede de la Unicameral el punto de encuentro ideal.
La propuesta estuvo dirigida a profesionales del sector como managers, sellos discográficos, salas de conciertos, festivales, estudios de grabación, plataformas digitales, agencias de prensa e instituciones relacionadas con la música independiente, siempre y cuando tuvieran proyectos con domicilio en la provincia de Córdoba.
Según los organizadores, este evento se considera "único en el país" y se basa en siete pilares fundamentales que se entrelazan y complementan entre sí: productividad, educación, impacto social, internacionalización, equidad de género, tecnología y política.
También se desarrollaron presentaciones que combinaban la música con experiencias inmersivas.
En este sentido, Nicolás Kuitca, director general de la Bienal, resaltó la intención de este evento de romper con las convenciones tradicionales de la industria musical, expandiendo sus límites y abarcando otras disciplinas como la arquitectura, la antropología y el diseño desde su primera edición.
“Esto ha permitido enriquecer la actividad musical y convertirla en un festival transdisciplinario”, explicó Kuitca.
En esta edición, la propuesta incluyó exhibiciones que fusionaron diversas disciplinas y tecnologías emergentes, así como encuentros de negocios y misiones comerciales, lo que proporcionó un enfoque internacional a la Bienal y a la ciudad de Córdoba al conectar a profesionales de diferentes sectores y partes del mundo con perspectivas diversas, en aras de enriquecer el trabajo de los músicos.
Asimismo, Juan Manuel Pairone, miembro de El Servicio Postal y parte de Córdoba Música, destacó la participación de productores de países como Paraguay, Chile, Brasil, Reino Unido y España en esta edición.
“A través de una misión inversa, estos productores internacionales tuvieron la oportunidad de experimentar la música de Córdoba y establecer diálogos profundos con el objetivo de generar oportunidades y futuras actuaciones para artistas cordobeses a nivel global”, indicó Pairone.
Por otra parte, Euge Muñoz, miembro de "Hermanager", una agencia local especializada en prensa y gestión de artistas, participó en las mentorías que tuvieron lugar en la Legislatura. “Estas instancias contribuyen a la profesionalización de los agentes del ámbito musical al brindar la oportunidad de aprender de otros y mejorar sus propias prácticas”, resaltó Muñoz.
Dentro de las múltiples actividades de esta edición, se destacó la muestra denominada Epojé, la cual fue presentada por No Me Grites Producciones y el Sindicato de Músicos de Córdoba.
Bajo la curaduría del músico cordobés Santiago Bartolomé, quien también se desempeñó como director artístico de la Bienal, Epojé presentó a artistas como CLON (Estela Oliva, del Reino Unido), Jennitza (Colombia), Sebastian Seifert (España y Argentina) y proyectos nacionales como Forma, Lalu Martin y Batimentx.
Productores de Paraguay, Chile, Brasil, Reino Unido y España participaron en una misión inversa estableciendo conexiones, colaboraciones y actuaciones de artistas cordobeses.
Según explicó Bartolomé, "Epojé" es una palabra griega que invita a suspender el juicio y abrirse a nuevas experiencias. De esta manera, tanto el público como los artistas pueden disfrutar de forma libre, recibiendo y expresando sin restricciones.
Esta experiencia musical, descrita como inmersiva, ofreció instalaciones, performances y actuaciones en vivo a cargo de artistas tanto nacionales como internacionales.