Un estudio efectuado en Alemania, comprueba la relación directa entre los síntomas de la alergia y la capacidad de conducir, ya que se producen alteraciones en el procesamiento de la información y cambios en los procesos cognitivos asociados con la atención. Ello impacta no sólo en el desempeño laboral y en la escuela (en el caso de los chicos), sino también al momento de manejar un automóvil, situación que aumenta el riesgo de accidentes. Cabe remarcar, además, que el 90 por ciento de las personas alérgicas no reciben tratamiento o lo efectúan pero de modo inadecuado.
El análisis alemán fue llevado a cabo entre 513 personas de entre 18 y 65 años. Más del 75 por ciento aseguró que su capacidad para manejar se ve disminuida por la rinitis alérgica y menos del 50 por ciento confesó haber tomado medicación para aliviar sus síntomas antes de manejar.
"Muchas medicaciones afectan los reflejos y la capacidad de conducir de un modo comparable al alcohol. En particular, los antihistámicos de primera generación, de uso muy común, afectan los reflejos, producen somnolencia e interaccionan con otros medicamentos y el alcohol aumentando el riesgo de accidentes. Por lo tanto, la rinitis alérgica es peligrosa de por sí y por su tratamiento inadecuado", afirmó Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA .
Una situación muy común es sufrir, en un mismo momento, una serie de cinco o diez estornudos seguidos. Esto, si sucede durante la conducción, implica perder durante unos segundos la vista y la conciencia de lo que sucede en la calle, ya que, al estornudar, no se puede evitar cerrar los ojos, debido a que es un reflejo involuntario. En este caso, si se estornudara durante cinco segundos seguidos mientras se circula a 90 km/h, supondría dejar de prestar atención a la ruta durante más de 140 metros. Sin duda, esto distraería al conductor produciendo una situación muy peligrosa.
Para minimizar los síntomas de la alergia durante el manejo, te recomendamos seguir los siguientes consejos:
- No automedicarse: los medicamentos pueden contrarrestrar los efectos de la alergia, por lo que siempre debemos consultar con un médico para que nos recete la medicación adecuada según el diagnóstico. De forma contraria, podemos sufrir los efectos secundarios que pueden ser peligrosos para la seguridad vial.
- No beber alcohol: si bien es una aclaración evidente y no debemos tomar alcohol independientemente de la situación, el alcohol podría acrecentar el efecto de somnolencia de los medicamentos recetados para las alergias.
- No fumar: el cigarrillo puede profundizar un ataque de tos o de estornudos.
- Evitar la conducción durante el amanecer, el atardecer y en zonas húmedas, ya que se registra mayor concentración de polen. Se puede consultar el nivel de polen en las distintas zonas para planificar el recorrido.
- Utilizar anteojos de sol, esto es para evitar que el polen llegue a nuestros ojos y nos provoque picazón o lagrimeo.
- Viajar con las ventanillas cerradas para no respirar el aire del exterior. Al mismo tiempo, no es recomendable utilizar el aire acondicionado si no se realiza la limpieza adecuada sobre los filtros, encargados de evitar el ingreso de polvo y polen al interior del auto.
- Para las alergias es fundamental mantener la limpieza dentro del vehículo, sobre todo si viajamos con mascotas. Podemos utilizar un cepillo de espuma o pincel húmedo para limpiar los lugares difíciles de alcanzar, como las rejillas de ventilación. También es recomedable utilizar una aspiradora para quitar el polvo y la suciedad, tanto en los rincones, en los asientos y debajo de estos. En las zonas más pequeñas podemos colocar un portarollo de papel higiénico en la boca de la aspiradora para llegar a esos lugares difíciles.
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