Este mal hábito es el nicho perfecto para la proliferación de bacterias y de suciedad. La limpieza del interior de su automóvil es más importante de lo que muchas personas creen.
El relevamiento lo realizó la empresa de alquiler CarRentals de Estados Unidos, país donde según la Fundación para el Tráfico Seguro (AAA, pos sus siglas en inglés) las personas pasan, en promedio, 293 horas al año arriba del auto. Eso equivale a más de 12 días completos detrás del volante. Al mismo tiempo, otro estudio afirma que el 70 por ciento de los conductores admite comer o beber dentro de sus vehículos, un factor que aumenta significativamente el riesgo de suciedad.
Mientras que un volante posee en promedio 624 CFU (bacterias por centímetro cuadrado), la tapa de un inodoro público posee "solo" 172. Otras comparaciones también sorprenden: los botones de un ascensor tienen 313 CFU y la pantalla de un smartphone 100 CFU.
El estudio detalla que dentro del habitáculo de un auto puede haber 700 tipos diferentes de bacterias, algunas de ellas relacionadas a enfermedades.
Dentro del auto, las zonas con mayor concentración de bacterias son: el volante (629 CFU), el posavasos (506 CFU), el cinturón de seguridad (403 CFU), la manija interior de la puerta (256 CFU), la palanca de cambios (115 CFU) y la ruedita del volumen (99 CFU). Sin embargo, si bien hay una posibilidad teórica que alguien se infecte por las superficies de los autos, la mayoría de las personas tiene un sistema inmune lo suficientemente sano para evitar a estos microorganismos que nos rodean.
Lógicamente, esto no significa que la limpieza no sea importante. En el caso de estar enfermo, con bajas defensas o de transportar niños en los autos es de vital importancia evitar el ingreso de gérmenes en lugares en donde se pasa mucho tiempo, como es el caso de los vehículos. Lavarse los manos después de ir al baño es un método muy eficaz para no propagar estas bacterias.