Schiaretti lo calificó como nefasto. Desde los partidos condenaron sus crímenes y resaltaron las condenas que recibió. Agrupaciones de Derechos Humanos lamentaron que se murió sin romper el pacto de silencio de los militares.
Fue condenado por el crimen de tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista en 1976. Es la cuarta perpetua en Córdoba. Mantendrá la prisión domiciliaria por su salud.