El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, está procesado por el presunto abuso sexual de Melody Rakauskas, quien fuera su secretaria privada. La jueza de instrucción María Fabiana Galletti tuvo en cuenta el propio testimonio de la denunciante, los audios que aportó, los informes psicológicos y el análisis de las antenas de telefonía celular que ubicaron al acusado en su lugar.
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“Luce más acertado y natural pensar que la damnificada padeció inesperadamente los tocamientos impúdicos sobre su cuerpo sin su consentimiento por parte de quien se trataba su jefe en ese entonces y de una persona pública. Y de la manera que pudo denunció lo ocurrido, con angustia y perturbada producto del accionar sorpresivo y deliberado del imputado de avasallar su libertad sexual aprovechando su autoridad, que la coloca naturalmente por su rol en una situación de desventaja”, reza un extracto de la resolución accedida por Infobae.
Entre las pruebas recabadas, figuran los audios aportados por la denunciante, de los cuales uno relata lo sucedido al hablar con su expareja Gustavo Cilia, amigo de Espinoza y nexo entre Raskaukas y el intendente a la hora de ocupar el puesto de secretaria privada.
En el audio, la mujer le contó a Cilia lo sucedido, a lo que él le respondió que debía retirar la denuncia. “¿Eso considerás lo mejor? De un tipo que me abusó. Me rompió la camisa, me tiró sobre la cama, me obligaba una y otra vez a bajarme el pantalón, me forcejeó. Me besó sin mi consentimiento. Me tiró en la cama, el tipo es grandote. Es hombre, yo soy una mujer. Me largué a llorar y no podía mas”, dijo la joven de 27 años.
Cabe recordar que el hecho denunciado tuvo lugar el 10 de mayo de 2021 en el departamento de la mujer en la ciudad de Buenos Aires. De acuerdo a su relato, el intendente argumentó que quería cenar para hablar de trabajo. Una vez en el inmueble, Espinoza le pidió que le hiciera masajes “porque estaba contracturado”. Ante la negativa, el funcionario insistió. De manera intimidante se desabrochó la camisa y le dijo que “no tuviera miedo porque las mujeres de sus amigos tenían bigote”.
A pesar de que Rakauskas siguió negándose, “una vez dentro de la habitación el intendente se quitó el pantalón, la camisa que previamente se había desabotonado y quedó en ropa interior”, según el testimonio de la denunciante. Cuando volvió a pedirle que se fuera, el jefe comunal la agarró con fuerza del brazo y la tiró sobre la cama, según detalló.
Una vez encima de la joven, el imputado comenzó a besarle la zona de sus pechos y a tocarla por encima de la ropa mientras le decía “quedate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien”, al mismo momento que le pedía que le practicara sexo oral. También contó que intentó sacarle la ropa y fue allí que le habría roto la camisa.
Ante la negativa de su por entonces secretaria, el intendente se ofuscó y se fue. “Bueno lista ya está se terminó todo, me voy, ya está no te preocupes”, le habría dicho. La denunciante aseguró: “Me lo dijo de una manera amenazante, como un tono de poder que él sabía que es mi jefe”.
Luego de que la mujer le preguntara si el episodio repercutiría en la continuidad en su cargo, y siempre de acuerdo al relato de la joven, Espinoza le dijo en tono amenazante: “Sos una boluda, no sabes lo que te perdés pero bueno, allá vos”. A los pocos días le comunicaron que no estaba teniendo un buen desempeño laboral y que tenía los días contados, lo que interpretó como “una amenaza de muerte”.
Melody Rakauskas presentó la denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Primero fue archivada porque no la ratificó pero luego fue reabierta. Espinoza negó las acusaciones y en una primera instancia había logrado un dictamen fiscal para su sobreseimiento. Pero la jueza lo citó a indagatoria y tuvo otra valoración.
“El relato de la víctima asegurando haber sufrido esos tocamientos impúdicos sobre su cuerpo sin autorización, se encuentra respaldado con las conclusiones de los especialistas en la materia que la entrevistaron durante el desarrollo de la pesquisa dando cuenta de los efectos producidos en ella a partir de lo ocurrido”, sostuvo la jueza Galletti.
De acuerdo a los especialistas de la Oficina de Violencia Doméstica, la denunciante “tuvo un discurso claro y organizado, con un lenguaje acorde a su nivel de instrucción y contexto sociocultural de pertenencia, que impresionó lúcida durante la entrevista con actitud activa y colaborativa, y que relató los hechos padecidos con una actitud de temor y cierta ansiedad que se visibilizó en su hablar”. Incluso se le brindó un botón antipánico y se dispuso una prohibición de acercamiento de 500 metros para Espinoza.
En cuanto a la entrevista de la mujer con el Cuerpo Médico Forense, contó que tuvo problemas de alimentación, para dormir y que intentó suicidarse.
Sumados al audio y al relato de Raskaukas, se presentó un informe de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado que concluyó que el celular del acusado conectó con la antena de la casa de la víctima. Además, que el intendente violó la prohibición de acercamiento cuando habló por teléfono con la joven, a través de Cilia, para pedirle que retire la denuncia. Para eso le envió un documento con el texto de lo que debía presentar en la Justicia.
Descargo
Por su parte, el Municipio de La Matanza emitió un comunicado en el que enfatizó que “la denuncia es totalmente falsa”. “Para que quede claro: nunca sucedieron ninguno de los hechos denunciados bajo ningún concepto. Se trata de una mentira armada. Dejemos actuar a la Justicia”, expresaron.