Este miércoles comenzó el juicio contra tres miembros de la llamada “Banda de los Copitos”, acusada de intentar matar a Cristina Kirchner en la Ciudad de Buenos Aires el 1° de septiembre de 2022.
Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo se encuentran imputados por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego.
En el inicio del proceso, que se lleva a cabo en Comodoro Py y que cuenta con casi 300 testigos, Sabag Montiel reconoció que quiso asesinar a Fernández de Kirchner por “ladrona, asesina y corrupta”, y atribuyó el hecho a un motivo “ético”.
“Creo que es un acto de justicia y no fue un acto en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación mas profunda, mas ética, y mas comprometida con el bien social que otra cosa”, declaró el brasileño ante el tribunal.
Luego se refirió al rol de Uliarte, su ex pareja: “Yo la quería matar y ella quería que muera. Si bien en los chats decía que quería hacerlo, yo nunca le dije o le ordene a que lo haga. Nunca le di el arma para que lo haga. Ella quería ser más una espectadora del momento que una participe”.
Sabag Montiel se definió como “apolítico” aunque admitió que para él la ex vicepresidenta era ladrona, y que justamente por eso quería matarla. Al contrario, afirmó que Uliarte era libertaria.
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“Es corrupta. Roba. Hace daño a la sociedad y demás cuestiones que ya son sabidas. Es ladrona, es una asesina. No es necesario que sean aclaradas por mi porque cualquier persona siente lo mismo que yo, o la mayoría”, argumentó.
“Se me tildó de sicario, psicópata, de estar relacionado con el grupo Revolución Federal a quien no conozco, o que yo recibí dinero y de no tener en cuenta de una motivación personal y no de interés”, indicó después.
Respecto al momento exacto del ataque en el barrio porteño de Recoleta, a metros del departamento de Kirchner, el brasileño explicó: “Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. La distancia fue prudencial para tener un marco de poder llegar. Estaba a 30 centímetros”.
El acusado relató que Uliarte estaba al tanto de su idea pero que “quizás no lo tomó como algo serio o profundo”. “Compartió conmigo, pero capaz lo tomó como un juego de niños”, puntualizó con claro objetivo de desligarla del episodio.
El juicio continuará su marcha ante el Tribunal Oral Federal 6, en lo que se esperan largas semanas de debate. La presentación de Cristina Kirchner podría ocurrir recién después del invierno.