La Justicia secuestró el teléfono celular de Alberto Fernández y otros elementos que podrían estar vinculados a la investigación por violencia de género, a partir de la denuncia que formuló esta semana su exesposa Fabiola Yañez.
El juez federal Julián Ercolini ordenó el procedimiento en el departamento que el expresidente habita en el barrio porteño de Puerto Madero. Allí el magistrado dispuso el procedimiento en el marco de la acusación por “hostigamiento y terrorismo psicológico”.
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Por otra parte el magistrado decretó el secreto de sumario en la causa por la cual está imputado el exmandatario, quien este viernes designó como abogada defensora a Silvina Inés Carreira.
A su vez Fernández renunció en horas de la tarde a la presidencia del Partido Justicialista (PJ). “Tengo el deber político y moral de expresarme, aguardando que la situación se aclare”, dijo en un comunicado sobre esa decisión.
Además de estar acusado de violencia física y psicológica, el exjefe de Estado quedó envuelto en un escándalo por los videos que salieron a luz de las visitas de Tamara Pettinato en el despacho presidencial de la Casa Rosada.