Cristina Fernández de Kirchner declaró ante el Tribunal Oral Federal N°6 por el intento de magnicidio del que fue víctima el 1 de septiembre de 2022. El principal acusado es Fernando Sabag Montiel, con quien se vio por primera vez cara a cara este miércoles, a casi dos años del atentado.
Cuando ocurrió el ataque, en la puerta de su casa del barrio porteño de Recoleta, la líder kirchnerista era vicepresidenta. “Aquel histrionismo del fiscal Luciani contribuyó al clima de violencia”, comenzó su declaración minutos antes de las 10 acerca del funcionario judicial que apeló el fallo en su contra y pidió que sea condenada por asociación ilícita en abril de 2023 por la causa Vialidad.
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“Tengo entendido que uno de los acusados dijo que quería que lo defendiera el doctor Luciani”, expresó vinculando ambos casos y siguió: “Las propias actitudes de los autores materiales, sería muy ingenuo de parte mía que las tres personas que están sentadas ahí organizaron esto”.
Además, la expresidenta apuntó contra la Policía de la Ciudad y dijo que los agentes fueron “muy permisivos con los que venían a insultar”. “En la hipérbole argentina puede suceder lo que está sucediendo”, agregó.
Según dijo, al mismo tiempo que ella era apuntada con un arma en medio de la frente su hijo Máximo Kirchner era agredido. “Llegó con toda la cara colorada producto de los gases, más allá de los insultos que después tomaron conocimiento público o la comunicación que tiene la policía entre sí”, señaló.
“La Policía de la Ciudad con los peronistas muy agresivos y muy permisivos con los que venían a insultar y agraviar”, insistió sobre cómo trataban a cada grupo los oficiales.
Atentado
Cristina Kirchner dedicó varios minutos a contar los momentos posteriores al ataque por parte de Sabag Montiel en su declaración. Recordó que llegaron a las 20:50 del Senado y como había muchas personas en el ingreso a su domicilio empezó a recorrer la zona.
“En un momento me revolean libros y yo me agacho a recogerlo, lo agarro y se lo devuelvo, ahí veo un tumulto sobre la vereda de Juncal, en la esquina”, contó y siguió: “Como el día anterior hubo una pelea, pensé que era un tumulto de alguno que dijo algo”.
“No le presté atención y seguí pese a que me querían llevar para adentro”, relató. Luego de eso, saludó e ingresó a su departamento con su secretario Diego Bermúdez. “Me dice ‘¿escuchaste un click? A mí me pareció un click de un arma’. Le digo ‘no, no creo un arma’. Él se puso con el teléfono, confirma que sí, que estaba abajo, que la tenían pisada y habían capturado a la persona que la empuñaba”, sentenció.
Ya dentro de su casa, la expresidenta dijo que se puso “a mirar televisión” y se encontró con la toma que “recorrió el mundo”. “El arma empuñada gatillando que coincide con ese momento que me agacho porque parece que la hubiera visto y me agache”, expresó y continuó: “Afortunadamente no la vi, dicen los psiquiatras y psicólogos que tuvieron que tratar con personas que sufrieron algo así dicen que es un trauma muy grande. Evidentemente Dios también me custodio ahí”.
“El partido judicial solito no hace nada, tiene complicidad de los medios hegemónicos. Ya no es necesario desaparecer y matar físicamente a nadie, bueno, en algunos casos parece que sí, me han intentado matar mil veces y no lo lograron así que lo intentaron de una forma más efectiva”, aseguró desafiante.
Consecuencias
Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que su familia sufrió consecuencias por el intento de magnicidio en manos de la banda de los Copitos, liderados por Sabag Montiel. Por un lado, dijo que se tuvo que ir de su casa en Recoleta a la casa de su hija y que sus hijos y nietos comenzaron a vivir con miedo.
“Esto de los cuidados que hay que tener y antes no los tenía producto de esto, la seguridad, el temor de mis hijos, por mis hijos, cómo fue afectada la familia, sí claro, cambió”, expresó sobre su nueva realidad. Incluso, contó que a su nieta Elena debían acompañarla hasta su habitación porque tenía miedo “de que la mataran”.
A su vez, defendió la actuación de los custodios aquella noche del 1 de septiembre de 2022: “No tienen nada que ver con lo que pasó, no había forma de impedirlo”. “Actuaron de la manera que actuaron siempre, cuidándome, siempre había uno mío cerca, con las instrucciones de que no se pusieran en medio de la gente”, dijo.
Por último, se refirió a la imagen que muestra el momento exacto en el que el arma está apuntando a su frente y admitió que intenta no verla. “Trato de no ver esa imagen, tiene que tener algún impacto seguramente, no me psicoanalizo, nunca lo hice, tal vez debería hacerlo, calculo que no es una experiencia recomendable para nadie”, sostuvo.
“Viendo lo que se ha hecho en este país en materia de endeudamiento, de procesamiento, y andan por la vida como si nada y a mí me haya pasado esto, tal vez… Siempre digo: Dios y la Virgen no permitieron que saliera el tiro y los militantes no permitieron que cargara el arma y volviera a dispararme. Yo soy muy creyente”, concluyó.