Robó fiambres de un supermercado, lo detuvieron y rápidamente fue liberado. Ningún político de primer línea condenó su accionar y, al parecer, sus movimientos al menos al límite de la ley no cesaron.
Guillermo Kraisman está preso desde este miércoles, luego de que una cajera bancaria detecte que junto a Luciana Castro (46) intentara cobrar un millón de pesos con un DNI que no era suyo.
Quien fuera funcionario de la Municipalidad de Córdoba hasta el episodio del supermercado en 2024 ahora enfrenta una acusación por tentativa de estafa. También se investiga el vínculo con la mujer que lo acompañó a la caja.
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El fiscal de feria, Andrés Godoy, ya investiga de quién es el DNI utilizado y el origen del dinero que quería cobrar Kraisman.
Y una línea de investigación podría agrandar el escándalo: según anticipó Roberto Battaglino en Arriba Córdoba, no se descarta que haya intentado cobrar dinero de personas a las cuales les habría conseguido “trabajos” en el Estado aprovechando sus contactos con la política.
La situación recuerda a la del puntero del PJ de la provincia de Buenos Aires, Chocolate Rigau. Con decenas de tarjetas de débito a nombre de otras personas sacaba dinero de ñoquis que acomodaba en el estado provincial que gobierna Axel Kicillof.
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