La municipalidad de Aguas Blancas, en Salta, lanzó un llamado a licitación para construir un “alambrado perimetral” en la frontera con Bolivia, en el río Bermejo.
La medida se anunció a través del Boletín Oficial salteño. La idea es construir una valla de unos 200 metros de largo. Surge como parte del Plan Güemes del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich, con el propósito de intensificar los controles en las fronteras del norte.
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Las autoridades detallaron que el alambrado se colocará dentro del murallón preventivo que se usa cuando crece el río Bermejo, y apunta a que quienes circulen entre ambos países lo hagan de manera legal, con los controles correspondientes. Si bien la medida surge de Nación, se realizará con fondos provinciales.
El anuncio oficial tuvo repercusiones en Bolivia. En las últimas horas, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional expresó su preocupación con un duro comunicado.
“Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”, dice el texto difundido por el gobierno del país vecino.
“Tanto Naciones Unidas y la Organizaciones de Estados Americanos deberían conminar estas determinaciones, esperamos que solo sea un anuncio y no algo real. Esperemos que el presidente Javier Milei pueda reflexionar”, agregó por su parte el ministro de Justicia boliviano, César Siles.
Lo cierto es que este lunes el interventor de Aguas Blancas le contestó al gobierno de Bolivia y justificó la instalación del alambrado en la frontera. Afirmó que la zona “era un descontrol total” y que el objetivo principal es “evitar que la gente llegue al pueblo, salte por un paredón que hay en la zona para evitar inundaciones y cruce a Bolivia sin hacer migraciones”.
Adrián Zigarán también apuntó a Cancillería boliviana tras el duro comunicado: “Para mí están mal informados, no entiendo por qué. Pero qué bueno que ahora se preocupen, porque tenemos dos pasos en el pueblo, uno por el puente internacional y el otro por el puerto Chalana. Son dos controles integrados, nosotros ponemos cuatro o cinco trabajadores de migraciones y Bolivia sólo uno”.