Además de la repercusión política e indignación de la opinión pública, la detención del exlegislador Guillermo Kraisman también trajo repercusiones negativas luego de que cerrara un comedor vinculado a él en el club Avellaneda.
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El funcionario quedó detenido por intentar cobrar un millón de pesos en un banco con un DNI falso y el arresto derivó en que la mencionada entidad decidiera desligarse de la entrega de alimentos.
El comedor entregaba desayuno y almuerzo desde hacía cinco años. “Arrancamos con 97 personas y terminamos alimentando entre 150 y 200 personas. La última ración fue el 27 de diciembre”, explicó Claudia, una de las encargadas, a Arriba Córdoba.

La mujer contó que no tenían contacto con Kraisman ya que el PAICor era el que proveía la comida. “Ahora el club se desligó del tema. Queda mucha gente sin comer, ancianos y niños. El nuevo presidente de Avellaneda no quiere tener que ver con PAICor, por lo que queremos el cambio de titularidad para volver a recibir raciones”, explicó.
Al ser consultada sobre si había dinero de por medio en la distribución de alimentos, Claudia negó tener conocimiento y evitó hablar sobre irregularidades en el manejo del comedor. “No tenemos vínculos con Kraisman, nunca lo tuvimos”, remarcó.