Daniel Parisini, más conocido como el Gordo Dan fue una de las figuras más ovacionadas por los asistentes a la Derecha Fest, el evento que contó con la presencia de Javier Milei. Tras su intervención, se saca fotos con los fanáticos y reparte abrazos.
Antes de retirarse por una de las puertas traseras, en medio de una multitud, accede a hablar unos instantes con El Doce. “Amo Córdoba, es la provincia más liberal del país. Estoy muy agradecido con todos los cordobeses. Siempre que vengo me tratan como en mi casa”, dice con una sonrisa de oreja a oreja.
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Sobre los abucheos e insultos a Victoria Villarruel reconoce: “Fueron fuertes, pero creo que merecidos, porque se la votó para una cosa y terminó traicionando al presidente y a sus electores”.
Antes, Javier Milei la había criticado durante su discurso tratándola de bruta y traidora. Las palabras del mandatario desataron una serie de insultos y abucheos contra la vicepresidenta. Los asistentes pidieron además su renuncia. Se trató de uno de los momentos más encendidos del mensaje presidencial el Córdoba.
El Gordo Dan se muestra emocionado, pero también cansado: no fue una buena semana para el “brazo armado” de la Libertad Avanza. El sector que él representa se vio relegado en el reparto de candidaturas en la provincia de Buenos Aires. En los pasillos de la Casa Rosada dicen que hay malestar en quienes responden a Santiago Caputo tras la presentación de las listas.
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Se esperaba que el lunes pasado, el Gordo Dan se refiriera al tema en “La Misa”, su programa de streaming. Sin embargo, cuando estaba hablando el micrófono se cortó de manera sugestiva. “Tuve un problema técnico. La verdad es que dije un montón de cosas importantes, yo les recomendaría que traten de leer los labios, todavía vi que no lo hicieron”, sugiere.
Daniel Parisini es uno de los máximos exponentes de “la batalla cultural” que impulsa el presidente. Repite hasta el cansancio que los argentinos “no odian lo suficiente a los periodistas”. Sin embargo, muestra cierta gentileza ante la única cámara de televisión que logró colarse en el auditorio donde la derecha se festejó a sí misma.