Guillermo Kraisman reapareció en las últimas horas en una actividad política en barrio Los Fresnos, donde fue fotografiado entregando alimentos y realizando tareas territoriales.
Las imágenes, que dio a conocer Roberto Battaglino en Arriba Córdoba, muestran al dirigente peronista retomando la actividad pública apenas un mes y medio después de abandonar la cárcel.
El ex legislador recuperó la libertad tras pagar $20 millones y entregar un auto como fianza, luego de que el fiscal Franco Mondino diera por concluida la investigación y elevara la causa a juicio. Estaba detenido desde enero en Bouwer por intentar cobrar un millón de pesos en un banco utilizando el DNI falso de la llamada “empleada fantasma” de la Legislatura.
El puntero del peronismo cordobés está imputado por tentativa de defraudación contra la administración pública. En enero fue arrestado in fraganti en un Banco de Córdoba de barrio General Paz, junto a Luciana Castro, empleada municipal, mientras que Virginia Martínez —la mujer cuyo nombre figuraba en el DNI adulterado— fue acusada de falso testimonio agravado.
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Su libertad llegó en un contexto judicial complejo: además de la causa por la maniobra bancaria, enfrenta otro proceso por un episodio ocurrido en 2024, cuando fue detenido tras intentar robar productos en un supermercado Mariano Max y agredir a policías. Para evitar ir a juicio en ese expediente, presentó un acuerdo de reparación económica ofreciendo pagar $32.000, el doble de lo sustraído, y pidió pericias psicológicas para evaluar su estado emocional.
Mientras avanza hacia el juicio oral por la causa principal, la reaparición pública del dirigente generó repercusiones en el ámbito político cordobés, donde su figura sigue siendo objeto de controversia.