El presidente Alberto Fernández y el primer ministro inglés, Boris Johnson, protagonizaron una reunión bilateral en el marco de la Cumbre del G-7. El encuentro tuvo lugar en el castillo de Elmau, cerca de la ciudad alemana de Múnich. El mandatario argentino insistió en retomar las discusiones sobre la soberanía de las Islas Malvinas, pero el británico rechazó el pedido.
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El líder del Partido Conservador del Reino Unido solicitó la junta bilateral, que tuvo a la guerra en Ucrania como primer tema de diálogo. Johnson planteó la victoria ucraniana como la única manera de terminar el conflicto, mientras que Fernández apuntó a construir puentes de diálogo que conduzcan a la paz.
Una vez que el premier inglés hablara de las potencialidades de Argentina en materia de energía, trigo y proteínas, el presidente se negó a avanzar en la cuestión. La condición para hacerlo estaba atada a la posibilidad de retomar las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas, tal como lo esgrimen las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fiel a la postura de Gran Bretaña frente a la soberanía de las Islas, Johnson fue terminante. "El tema de las 'Falklands' está saldado hace 40 años", dijo el político, según funcionarios argentinos presentes en la Cumbre.
Por su parte, Alberto Fernández tuiteó sobre la reunión: "Mantuve un encuentro bilateral con Boris Johnson, a quien le reclamé cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas para encontrar una solución negociada a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas". Y agregó: "Argentina apuesta por la paz y la vigencia del derecho internacional. El colonialismo es un anacronismo en el siglo XXI y debemos ponerle fin".
Además, otro de los puntos planteados por el mandatario argentino se basó en la posibilidad de establecer vuelos aéreos entre las Islas y Argentina. Esto, siempre y cuando haya una mesa de diálogo referida a la soberanía de las Malvinas.