La multitudinaria marcha para rechazar las irregularidades de la votación para elegir nuevo gobernador terminó en otra escena escandalosa para la política argentina. Durante todo el lunes, miles de personas se habían autoconvocado bajo la consigna #FraudeEnTucumán y desde las 20 colmaron la Plaza de la Independencia.
"Sabemos y somos testigos de que en estas elecciones hubo irregularidades (incendios, robos, estafas, etc.) en muchas mesas a lo largo y ancho de nuestra provincia. Basta de dejarnos manipular por delincuentes. La democracia está en juego. Hoy nos dirigimos a la plaza Independencia a reclamar nuestro derecho a vivir en democracia! Sin romper la ciudad y como gente civilizada. Levantate Tucumán", decía el mensaje difundido por las redes sociales y Whatsapp.
Sin embargo, pasadas las 21, la Policía avanzó contra la gente con la intención de desalojar la plaza. Bastonazos, gases lacrimógenos y balas de goma generaron un clima de terror y hubo decenas de heridos y detenidos. Así fue el inicio de la represión:
El domingo, tras el cierre de la votación, se multiplicaron las denuncias y se quemaron 42 urnas. La oposición, encabezada por Mauricio Macri y Ernesto Sanz, reclamó la apertura de las urnas. El gobernador tucumano, José Alperovich, salió al cruce y desafió a realizar el conteo voto a voto.
En medio de la polémica, el kirchnerismo se adjudicó el triunfo. Juan Manzur, candidato del Frente para la Victoria, se declaró ganador por 14 puntos de ventaja sobre el radical José Cano, del Acuerdo para el Bicentenario. Con poco más del 81 por ciento de las mesas escrutadas, Manzur se impone con el 54,42 por ciento sobre el 40,76 de Cano.
"Esto se fue de las manos, no es democracia", relató un vecino en medio de los incidentes.
Con balas y gases lacrimógenos, la Policía de Tucumán reprimió la protesta.