El Ministerio de Economía de la Nación confirmó el dato insólito. Se trata de bonos por 500 millones bajo la ley Nueva York, otros 450 bajo ley Argentina y unos 500 en otras legislaciones. Esta increíble deuda huérfana benefició a la Argentina que se ahorró de pagar unos 4.500 millones. Este dato no es menor y no deja de sorprender, aunque tiene una explicación.
Se trata de bonistas fallecidos o divorciados que quedaron envueltos en sucesiones o separación de bienes, entre otras situaciones de la vida normal. Cabe recordar que en los años 90 el país colocó deuda entre pequeños inversores de Europa o Japón, que invirtieron montos menores que no superaban los 10 mil dólares.
En este paquete de perderos están los que nunca pudieron justificar el origen de sus fondos y a la hora de reclamar quedaron fuera del juego.
Cabe recordar que si los beneficiaros se presentaban en tiempo y en forma estarían en derecho de reclamar el capital y los intereses. Pero también están los que llegaron tarde al reclamo. En Europa hubo muchos accionistas que golpearon las puertas para pedir su dinero, pero la causa había prescripto, al transcurrir 14 años desde la cesación de pagos.