A diferencia de sus anteriores viajes como ex mandataria a Buenos Aires, esta vez Cristina Kirchner llegó en silencio y sin el apoyo de sus militantes. El aterrizaje se produjo anoche, a bordo del vuelo 1893 de Aerolíneas Argentinas en el que la acompañaron sus custodios y secretarios.
Según informó Clarín, CFK voló horas después de conocer la dictada por el juez Ercolini en una causa por corrupción. Con perfil bajo, se dirigió al departamento de Recoleta donde paró en sus últimos viajes y allí era esperada por un pequeño número de gente.
Tan tranquila fue la recepción, que se tomó el tiempo para conversar y sacarse selfies con los seguidores. En la tarde de este martes, pasadas las 18, la situación fue similar: al partir con rumbo desconocido y apenas saludó a los presentes con un "hola chicos, ¿cómo están?".
Se calcula que la ex presidenta intensifique sus actividades de campaña con miras a las legislativas del 2017 a partir de este miércoles. Por ahora, todo transcurrió casi en silencio.
Cristina también se tomó selfies en la obra que Dady Brieva presentó en El Calafate.