El pedido del presidente Macri de ajustar el gasto público tuvo repercusiones en la Cámara de Diputados, donde pusieron en marcha un sistema de ingreso con identificación de huella dactilar. Así pudieron detectar que 200 empleados no se presentaron nunca a trabajar y al no tener causa justificada, serán despedidos.
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La segunda etapa de la depuración comenzará después de marzo, cuando se abra el proceso de retiro voluntario. Si los 900 trabajadores en condiciones de adherirse lo hacen, se lograría un ahorro de 180 millones de pesos anuales en gastos de personal. En total, la Cámara Bajata tiene 5.589 empleados, entre permanentes y transitorios.
El proceso de retiro voluntario se postergó unos meses para para hacer un “primer gran filtro” que permita dar de baja a los “ñoquis”, según explicó Florencia Romano, secretaria administrativa de Diputados. Es más, ya hay 30 de los 200 detectados que presentaron su renuncia.
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La evaluación del nuevo sistema de control detectó 700 irregularidades, incluyendo ausencias sin justificar. Además, los diputados que dejaron sus cargos el 10 de diciembre pasado se fueron con sus asesores contratados ya que no se autorizó ningún pedido de pase a planta permanente.
En el Senado, se sumarán al control de presentismo con huella dactilar desde febrero y anticipan que también habrá retiros voluntarios para achicar el número de 5.020 empleados.