Este miércoles el Gobierno volverá a tocar el tipo de cambio oficial y llevará el dólar mayorista de sus actuales $350 a $353,50. Esta será su primera modificación desde la devaluación del 22% anunciada por el Banco Central después de las Paso.
Con una brecha con el paralelo en niveles históricos, las expectativas están puestas en la reactivación de las microdevaluaciones diarias, también conocido como crawling peg. Desde el Ministerio de Economía anunciaron que retomarán este camino para tratar de achicar la diferencia entre el blue y el oficial.
Sin embargo, sigue siendo una incógnita a qué ritmo se llevará a cabo esta medida y cuál puede ser su impacto. Tiempo atrás el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, sostuvo que se haría al 3% mensual. De ser así, el dólar podría estar cerrando el año en los $360,50.
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Eso no coincide con los datos del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicados por el Banco Central. En ese documento, los especialistas pronosticaron que el mayorista llegará a los $526,4.
El foco puesto en las expectativas
Consultado por ElDoce.tv el subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio, Fabio Ventre, analizó qué hay detrás de la gran diferencia entre estas dos proyecciones. “Estamos en un escenario donde las expectativas tienen un muy rol importante. Si hoy Rubinstein dice que la devaluación va a ser mayor, puede desatar una corrida en el tipo de cambio paralelo”, comentó.
En esa línea, sostuvo que la postura del REM quizás se explique en que es un dato que “en términos históricos suena bien”.
Y amplió: “Después del 2001 el tipo de cambio oficial alcanzó un récord histórico de $800. En el otro extremo, cuando tuvimos crisis vinculadas a un tipo de cambio demasiado bajo, fue cuando se ubicó en torno a los $300. Lo del REM parece posicionarse en niveles razonables en un escenario de incertidumbre”.
Encontrar el punto justo
Teniendo en cuenta esto, Ventre remarcó que el gran desafío del Gobierno es encontrar el ritmo de ajuste justo. Además, advirtió sobre los problemas que puede implicar una devaluación demasiado abrupta así cómo otra demasiado lenta.
Si el oficial sube muy de golpe, como ocurrió en agosto, lo lógico sería esperar un traslado directo a los precios. Cabe recordar que en ese mes la inflación se disparó y superó el 12%, convirtiéndose en ese momento en la más alta de los últimos 32 años.
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Por el contrario, si el dólar se mantiene sin grandes variaciones, cabe esperar complicaciones en los niveles de reservas del Banco Central. Eso podría llevar a una crisis cambiaria y un nuevo raid por parte del blue.
“Hay que encontrar lo que en economía llamamos el sweet spot, el punto justo. Con niveles de inflación tan altos hoy un 3% parece muy poco. Por el contrario, algo que esté por encima del 20% va a impactar en la inflación. Algo que esté entre el 8% y 12% puede parecer inocuo pero quizás permita ir achicando la brecha de a poco”, sintetizó.
Dos posibles resultados electorales, cuatro caminos diferentes
Ventre aclaró que frente a un escenario de tanta incertidumbre política es muy difícil saber qué puede pasar con el tipo de cambio después del balotaje. Aún así, arriesgó cuatro posibles panoramas:
- Milei gana y se radicaliza: Para el analista, si el candidato libertario es elegido como próximo presidente e insiste en una dolarización de la economía en el corto plazo, lo lógico sería que el blue se dispare y agrande la brecha con el oficial. Si esto se da Massa, que seguirá al frente del Ministerio de Economía hasta el 10 de diciembre, podría decidir mantener un tipo de cambio retrasado, lo que complicaría aún más una transición ordenada.
- Milei gana pero se aleja de la dolarización: Por el contrario, si el líder de La Libertad Avanza anuncia en un eventual discurso de victoria que la dolarización no será una prioridad, el blue podría mantenerse estable. Esto abriría la puerta en el mediano plazo a una eventual unificación en el tipo de cambio.
- Massa gana y se radicaliza: Para Ventre, si el candidato de Unión por la Patria se queda con la mayoría de los votos pero se acerca al núcleo duro del kirchnerismo, podría encender alarmas en los mercados. Eso se vería reflejado en el Riesgo País, la caída de los bonos de Argentina y también podría llevar al blue al alza.
- Massa gana pero gira hacia el centro: En este escenario, el panorama de una eventual dolarización desaparece por completo lo que llevaría calma al tipo de cambio paralelo. Además, lo lógico sería que el actual ministro acelere el proceso de devaluación del dólar oficial para empezar su presidencia “lo más ordenado posible”.